miércoles, 15 de marzo de 2023

Mantis religiosa


 Saliendo de casa cuando me dirigía a la ciudad de Zárate, me encontré por sorpresa a este simpático insecto de casi 10 centímetros, cuando me acercaba exhibía exageradamente sus alas para impresionar. 

 La diversidad biológica es maravillosa!

 La mantis religiosa es un insecto fascinante que se caracteriza por su aspecto de rezo y su voraz apetito. Pertenece a la familia Mantidae y a la orden Mantodea, que incluye más de 2300 especies en todo el mundo. Su nombre científico es Mantis religiosa y se distribuye por Eurasia y África, con diferentes subespecies según las regiones.

 La mantis religiosa tiene un cuerpo alargado y delgado, con una cabeza triangular que puede girar 180 grados. Sus ojos son grandes y compuestos, lo que le permite una buena visión binocular. Sus antenas son filiformes y sensibles al olfato. Su tórax está formado por tres segmentos: el protórax, el mesotórax y el metatórax. El protórax es el más largo y sostiene las patas delanteras, que son raptoriales y están adaptadas para capturar presas. El mesotórax y el metatórax llevan las patas traseras, que son ambulatorias y le permiten caminar o saltar. El abdomen es flexible y consta de diez segmentos en los machos y ocho en las hembras.

La mantis religiosa es un depredador voraz que se alimenta de otros insectos e incluso de pequeños vertebrados como lagartijas o ranas. Tiene una boca pequeña pero poderosa, con mandíbulas afiladas que pueden desgarrar a sus víctimas. Suele cazar al acecho, permaneciendo quieta hasta que detecta a su presa con sus ojos o sus antenas. Entonces lanza un rápido ataque con sus patas delanteras, sujetando a su presa con unas espinas que tienen en los bordes internos. A veces devora a su presa mientras aún está viva.

La mantis religiosa tiene una reproducción sexual por cópula. La hembra suele ser más grande y pesada que el macho, lo que puede suponer un riesgo para este último durante el apareamiento. En algunas ocasiones, la hembra decapita o devora al macho después o incluso durante la cópula, aunque esto no ocurre siempre ni en todas las especies. La hembra pone entre 100 y 400 huevos en una estructura llamada ooteca, que protege a los huevos del frío y de los depredadores. La incubación dura entre tres y seis meses según la temperatura ambiental. Los huevos eclosionan dando lugar a unas ninfas que se parecen mucho a los adultos pero sin alas ni órganos sexuales maduros. Las ninfas pasan por varias mudas hasta alcanzar el estado adulto.

La mantis religiosa es un insecto muy interesante desde el punto de vista biológico y cultural. Ha sido objeto de admiración, respeto e incluso veneración en algunas culturas antiguas como la egipcia o la china. También ha inspirado numerosas leyendas e historias sobre su ferocidad e inteligencia.




 (c) Héctor A. Palavecino 

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