Operación Blanca Nieves

En ese momento contaba con mas de 600 hs de vuelo como copiloto y casi 500hs como piloto, nadie me había dicho que ese día tenia que pilotear un "Movil H" nuevo y recién entregado al ministerio de seguridad hacía menos de 48hs, Su alta capacidad de viraje lo convertían en el mejor helicóptero de la provincia de Buenos Aires, Por supuesto que el honor a cualquier error estaba a mi nombre, nadie quería ser el primero, y yo tampoco, sin embargo la subordinación de aquel entonces te obligaban practicamente a lo que séa, era obedecer o sufrir hasta 15 días de arresto. Por lo tanto sin remedio aborde aquella nave, un eurocopter EC135 T2I, el tablero era impresionante, pero nada de que asustarme, ai estaban todos los relojes, el altímetro, el nivel, velocímetros, presión en las turbinas y todo eso, tenia también algo novedoso para mi hasta ese momento una cámara infrarroja con seguimiento de foco automático.

  La orden fue clara, "recorrer la Ruta 2 hasta que la muerte te sorprenda", y todos se rieron, salí a toda velocidad y con muchos menos inconvenientes de los acostumbrados y que se tienen cuando hace frió, los 6GDL se operaban de maravillas y con total suavidad, la palanca de paso cíclico reaccionaba tan rápido  que a veces mi cuerpo quedaba sostenido solo por el cinturón, de tal forma que debía presionar el pulsador de compensación a cada momento, pero logre dominarlo antes de los 2km, Una maravilla que se calculaba con tecnología y armamento algo mas de 3 millones de dolares obedeciendo a mis pedales y antojo.

 Desde el destino cada 30 segundos se escuchaba en la radio:

-Atento Movil H11-Matanza, cual es su QTH?

Esta historia no tendría sentido si no hubiera pasado algo emocionante, claro. 

Cuando llegue a mi primer destino debía abordar también a un alto oficial, y cuando llegue realice una maniobra innecesaria, cuando minore la velocidad de los motores, una vez en tierra, me puse a probar la cámara solo por curioso, yo sin saberlo, en ese lugar, estaba  a solo unos metros de la unidad el 1° Ministro Arslanian, que en ese momento era el jefe máximo del Ministerio de Seguridad. Tuve suerte que no me echaran. 

(c) Héctor A. Palavecino, fragmento del libro "La espada azul", 2015.- ISBN: 978-987-33-7591-0